A ti, que te la estás rifando con fuerza y corazón en todo México, porque sabes que tu familia merece más.
Hoy, yo les pregunto:
¿Están listos para la lucha más importante de nuestras vidas?
¿Están listos para luchar por lo que más quieren?
Yo estoy lista
Que se oiga bien. Que se oiga fuerte.
Que se oiga en todo el país.
¿Están listos? ¿Están listos? Estamos listos
He recorrido nuestro querido México una vez más.
Y me he encontrado una crisis profunda y dolorosa.
Una crisis que está destruyendo el alma de México.
Con este gobierno, con este presidente, México está perdiendo tres valores fundamentales.
El valor de la vida.
El valor de la verdad.
Y el valor de la libertad.
Y les voy a decir por qué:
Se pierde el valor de la vida, cuando el gobierno es absolutamente insensible.
Cuando no se conmueve ante la muerte de sus propios ciudadanos.
Cuando la autoridad, abraza a los criminales y culpa a las víctimas.
Cuando se pretende borrar de un plumazo a los desaparecidos y se ríe a carcajadas ante las masacres.
Cuando el gobierno abandona a las policías a su suerte.
Cuando se usa a nuestros soldados y marinos para satisfacer los caprichos del Presidente, dejando al pueblo a merced de los delincuentes.
Y no solo eso.
Se pierde el valor de la vida cuando al gobierno le da lo mismo que, en un hospital público, un elevador mate a una niña inocente.
Cuando al gobierno le da lo mismo que se mueran a diario niños enfermos por falta de medicinas.
Se pierde el valor de la vida, cuando da lo mismo que la gente muera en el Metro, por culpa de una gobernante incompetente.
Cuando le da lo mismo la muerte de 800 mil personas en la pandemia de COVID.
Que nunca se nos olvide: México fue el país con más médicos y enfermeras muertos en la pandemia.
Y quiero que me escuchen bien, porque esto que voy a decir es muy grave.
Este gobierno ya es responsable de la muerte de más de un millón de mexicanos.
¡Más de un millón de muertos!
800 mil por la pandemia.
175 mil por la violencia y el crimen. Y los que desafortunadamente faltan.
Y, otras 200 mil muertes por la destrucción del sistema de salud y el desabasto de medicinas.
Más de un millón de vidas perdidas en solo cinco años.
Hoy, México está peor que cualquier país en estado de guerra.
¡CARAJO! Con un millón de muertos, ¿cómo pueden ofrecer continuidad?
Continuidad es impunidad, continuidad es mediocridad, continuidad es inseguridad, continidad es falsedad.
¿Ustedes creen que exagero?
Hay quienes quieren cerrar los ojos. Hay quienes quieren negar la realidad.
Hay quienes prefieren las mentiras de “los otros datos”.
Y eso es así, porque también se está perdiendo el valor de la verdad.
Se pierde la verdad, cuando a mucha gente no le importa que el gobierno nos mienta a diario.
Cuando se dicen mentiras, como “primero los pobres”, cuando en realidad son “primero los López”.
Se pierde la verdad, cuando se permite que el Jefe de Estado calumnie a personas de bien.
Mujeres. Activistas. Académicos. Ambientalistas. Científicos. Empresarios. Deportistas.
Feministas. Comunidad LGTBIQ+ Jóvenes.
Médicos.
Jueces.
Periodistas.
Artistas.
Víctimas.
Todos ustedes han sido ofendidos, insultados, ninguneados.
¡YA BASTA!
Ningún presidente que diga amar a México puede despreciar tanto a sus propios compatriotas.
Ningún presidente que diga amar a México puede atacar con tanto odio a la clase media, a la que le ha dicho de todo.
No puede atacar así a quienes trabajan duro. A quienes estudian. A quienes educan. A quienes emprenden.
No puede atacar así a quienes sueñan con un mejor futuro.
A quienes quieren salir adelante y sacar adelante a nuestro país.
A quienes quieren dar una vida mejor a sus familias.
No solo eso.
Con este gobierno, se está perdiendo el valor de la libertad.
Se pierde la libertad cuando el gobierno amenaza a las empresas.
Cuando pretende quedarse con los ahorros y las pensiones de los mexicanos.
Ya avisaron, van por las pensiones, van por los ahorros, no lo permitamos.
Además, se pierde la libertad cuando no puedes salir de noche.
Se pierde la libertad cuando no puedes circular tranquilamente por las carreteras.
Se pierde la libertad cuando vives con miedo.
También, se pierde la libertad cuando se deja que el gobierno amenace a la democracia por su maldita ambición de poder.
Cuando pretende destruir y someter a las instituciones.
Hablo del Instituto Nacional Electoral.
Hablo de todas las instituciones de justicia.
Instituciones, que defendimos y defenderemos. Como cuando la marea rosa encendió el Zócalo al grito de el INE no se toca.
Quiero desde aquí decirle a las autoridades electorales y al pueblo de México:
No puede haber voto libre con gobernantes que atacan, acosan e intimidan a la oposición.
Exijo al INE y al Tribunal Electoral que saquen al presidente y a los gobernadores de MORENA de estas elecciones.
México quiere elecciones justas y libres.
Que se oiga claro:
El voto no se toca, El voto no se toca, El voto no se toca,
Esta es la crisis que enfrentamos.
Por eso estamos aquí.
Porque a nosotros sí nos importa la vida de la gente.
Porque a nosotros sí nos importa la verdad.
Porque a nosotros sí nos importa la libertad.
Eso es lo que está en juego este año.
Por eso, esta no es solo una elección más, es la elección más importante de nuestras vidas. Es la elección en la que se definen los próximos 30 años.
Tenemos que ganar.
A fines de este año, con la renovación en la Suprema Corte se pone en riesgo la división de poderes y el último contrapeso de la democracia mexicana.
En estos comicios no solo se define un cambio de Gobierno, sino también la sobrevivencia misma del régimen democrático,
Tenemos que luchar
No solo para ganar una elección.
No solo para ganar la presidencia y el Congreso.
Tenemos que luchar para traer la vida, a donde hoy se pasea la muerte.
Tenemos que luchar para traer la verdad, a donde hoy reina la mentira.
Tenemos que luchar para defender la libertad, ahí donde hoy gobierna el miedo. Vida, verdad y libertad.
Todos debemos tenerlo muy claro.
Tenemos que dar la lucha por el alma de nuestro país.
Tenemos que dar la lucha para que las madres buscadoras encuentren el consuelo.
Tenemos que dar la lucha por los padres de los niños enfermos, que agonizan por la falta de medicinas.
Tenemos que dar la lucha por los jóvenes, cuidarlos, apoyarlos, protegerlos, darles más oportunidades.
Tenemos que dar la lucha por los comerciantes, que lloran de desesperación y de rabia, por pagar el maldito derecho de piso.
Tenemos que dar la lucha por nuestros campesinos, que además de sufrir a la delincuencia, pierden sus cosechas por la sequía, sin que nadie les eche la mano.
Tenemos que dar la lucha por los migrantes, que lo único que buscan es vivir mejor.
Tenemos que dar la lucha por todas las mujeres que son violentadas y asesinadas a diario.
Ningún violentador al poder.
Ni una más, ni una menos.
Y tengo que decirles algo:
No basta con abrir los ojos a la realidad de todo lo que ha destruido y dañado este gobierno.
No basta con salir a gritar que las cosas están mal.
Tenemos que ofrecer futuro.
Tenemos que ofrecer esperanza.
Durante mi precampaña, he dicho que quiero ver un México donde los pobres dejen de ser pobres.
Un México donde la clase media sea más fuerte.
No solo me refiero a mejorar el nivel económico de las personas.
Sí, eso es muy importante y lo vamos a lograr, claro que sí, porque sé cómo hacerlo.
Y también vamos a crear un Sistema Nacional de Cuidados.
Esto significa: un programa para que las mujeres se puedan integrar a la
vida laboral, porque tienen apoyo en el cuidado de niños, de personas mayores y de las personas con discapacidad.
México sin las mujeres no lo va a lograr.
Lo vamos a hacer, porque México se merece más.
Tú te mereces más.
Tu familia se merece más.
Todos merecemos más.
Defender a la clase media es también defender valores que han marcado mi vida.
Valores como el estudio, el trabajo, la honestidad, la perseverancia y el esfuerzo.
Valores como el derecho de todas y todos los mexicanos a tener un piso
parejo, para llegar a donde quieran llegar.
Valores como la igualdad de todas las personas en dignidad y en derechos, y la urgencia de acabar con la maldita discriminación y la desigualdad.
Y créanme, como la primera mujer de origen indígena en la presidencia:
Gobernaré con las mujeres.
Gobernaré con los pueblos indígenas y afromexicanos.
Gobernaré con todas y todos.
Yo quiero un país que recupere la seguridad y la justicia para todas y todos.
Y déjenme compartirles algo.
Mis hijos, Juan Pablo y Diana, me han preguntado, si no me da miedo enfrentar la delincuencia.
Y saben qué les he dicho: que me da más miedo dejarles a ellos un país bañado en sangre.
Por eso, créanme: voy a cuidar a todos los niños y a todos los jóvenes como si fueran mis hijos.
Por eso estamos todos aquí, por el presente, por el futuro, por nuestros hijos.
Para que los mexicanos podamos vivir con paz y tranquilidad.
Para que México esté entre las 10 economías más fuertes del mundo.
Para que aprovechemos el nearshoring y generemos mejores empleos con mejores salarios.
Para que nadie muera por falta de medicinas o atención médica.
Para que ningún joven deje de estudiar por falta de una beca.
Para que los campesinos no se sientan abandonados y puedan seguir produciendo.
Tenemos que aprovechar la mejor oportunidad en muchas décadas para traer las mejores inversiones del mundo.
Hagamos YA lo que tenemos que hacer:
Garantizar el cumplimiento de la ley. Apostar por las energías limpias.
Invertir para enfrentar la crisis del agua.
Formar mexicanos preparados para los retos del siglo XXI.
Construir buenas carreteras, buenos puertos, buenos aeropuertos.
Y aquí les digo: vamos a tener el mejor aeropuerto de América Latina. El mejor.
Las oportunidades están ahí. El futuro nos espera.
Dejemos atrás la división.
Dejemos atrás el odio.
Vamos a construir el futuro con unidad, con amor, conarmonía.
Amigas, amigos:
Eso es lo que representamos nosotros.
Eso es lo que queremos para México.
¿Qué nos dicen los del otro lado?
Nos hablan de ponerle el segundo piso a su supuesta “transformación histórica”.
¡Por favor! ¡La gente no quiere eso!
La gente quiere ponerle el segundo piso a su casa.
La gente quiere ganar más, quiere dejar de ser pobre, quiere salir adelante.
Pero, Claudia Sheinbaum no entiende a México.
Ella viene del privilegio, yo vengo del esfuerzo.
Ella siempre ha vivido muy bien del presupuesto, yo SI sé lo que es no llegar a la quincena.
Yo sé lo que es arriesgar los ahorros en una empresa.
Yo sé lo que es crear empleos.
¡Ella, no ha creado un solo empleo en su vida!
Y por eso le vamos a ganar.
Que se oiga claro: Claudia quiere que te conformes, y yo estoy convencida de que te mereces más.
Le vamos a ganar, porque ella quiere un país donde los pobres sigan siendo pobres. Yo quiero un país de clase media fuerte.
Le vamos a ganar, porque ella dice que “México está mejor que nunca”, y eso, vaya que es mentira.
Yo sí vivo en la realidad de los mexicanos.
Yo sí camino las calles.
Yo sí escucho a la gente.
Así que, Señora Sheinbaum: Si le dan permiso ¡Nos vemos en los debates!
La precandidata de MORENA dice que México está mejor que nunca.
Yo les pregunto a ustedes:
¿Está mejor la seguridad? ¿Está mejor la salud?
¿Está mejor la educación?
¿La gasolina cuesta 10 pesos? ¿Les alcanza el dinero?
¿Ustedes creen que México está mejor que nunca?
¿Ustedes creen que, con más de 1 millón de muertos, con el sistema de salud en ruinas, con la educación reprobada, Y campo abandonado, México está mejor que nunca?
¡Que bueno que ya se van del Gobierno!
¡Porque se van!
¡Ya se van!
Y amigas, amigos, se los he dicho, y aquí se los repito:
Las opciones solo son dos:
Claudicar o luchar. Claudia es claudicar.
Claudicar significa rendirse, agacharse, obedecer, conformarse.
Y México no puede claudicar, México quiere luchar. Luchar por la vida. Luchar por la verdad. Luchar por la libertad.
Así que hoy, aquí, les pido a todos ustedes una sola cosa:
Luchemos con valor para enfrentar lo que viene:
Una elección injusta y dispareja, con todo el poder y todo el dinero del Estado en nuestra contra.
Una elección injusta y dispareja, donde algunos medios ignoran y bloquean nuestra campaña.
Y ustedes saben bien a qué medios me refiero.
Y desde aquí les digo algo MUY IMPORTANTE a los periodistas, a los medios, a los intelectuales, a los empresarios, a los gremios, a las ONGs, a las universidades:
Despierten, despierten, despierten.
Está en juego lo que permite que este país tenga viabilidad como
nación: Vida, verdad y libertad.
No ayuden a afilar la guillotina que después usarán en su contra.
Despierten y apoyen a un liderazgo que sí respeta y respetará la constitución y la ley.
Porque para mí, la ley SÍ es la ley.
Finalmente, a ustedes, mexicanas y mexicanos que apoyan esta causa.
A ustedes, que desde la base de los partidos trabajan en los distritos, en los municipios, en las calles, en las plazas, defendiendo sus convicciones, les digo:
Amigos panistas: necesito su mística democrática y su compromiso cívico.
Cuento con ustedes.
Amigos priístas: necesito su experiencia y su conocimiento del país.
Cuento con ustedes.
Amigos perredistas: necesito su vocación de justicia social y su perseverancia.
Cuento con ustedes.
Amigos de la sociedad civil:
necesito su energía cívica, sus ideas, su valor.
Cuento con ustedes. Luchemos con valor.
Formemos una campaña unida y poderosa.
Salgamos a enfrentar al peor gobierno en la historia de México.
Y desde aquí, le decimos al presidente López Obrador:
Sí, sabemos que es poderoso.
Sí, sabemos que no tiene escrúpulos.
Sí, sabemos que está dispuesto a todo.
Pero sabe qué, señor presidente:
No le tengo miedo. No le tenemos miedo,
Y sabe por qué:
Porque no hay presidente que sea más grande ni más fuerte que el pueblo de México.
Porque no hay trampa que le vaya a alcanzar para doblar la voluntad de los ciudadanos.
Y escuche bien: los mexicanos quieren vivir en paz, quieren vivir sin miedo.
Los mexicanos quieren médico y medicinas.
Los mexicanos quieren que sus hijos aprendan inglés y programación.
Los mexicanos quieren buena educación para abrirse paso en la vida.
Los mexicanos quieren esperanza.
Y la esperanza ya es nuestra, porque la esperanza ya cambió de manos.
Por eso, ¡vamos adelante! ¡Vamos con valor!
¡Por la vida!
¡Por la verdad!
¡Por la libertad! ¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México! "
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